A day with Bizarra
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#Cerrado
||Mi vida en un día
||Presente
||Biza-Kara
Para alguien que debe "esconderse" todo por su parecido con la hija favorita de Krypton, podía hacer varias cosas, aunque claro sus personalidades tan diferentes, hacían que Biza-Kara no encajara tan fácilmente, excepto en el mundo del modelaje, donde esa pose de "Diva" era soportable para mis fotógrafos.
Un día normal en la vida de Biza-Kara, variaba, pero últimamente no tenía nada que ver con los robos de almacenes de Kryptonita, esa que a la verdadera Kara le hacían un daño terrible, mientras que a ella, le daban mucho más poder y energía. Ni siquiera con los asesinatos de guardias que protegían esos almacenes, tenía toda la Kryptonita disponible en la Tierra, incluso la sintética, preparada por Lex Luthor. Un día normal para ella consistía en comer cuatro hamburguesas, dos pizzas grandes y un refresco de dos litros antes del desayuno, darse un baño y salir para comer cuatro bagles y un café americano sin azúcar, había encontrado que el sabor amargo de esa bebida, le gustaba mucho y por lo general no pagaba nada, no porque el dueño del puesto se lo diera de buen agrado, sino porque le tenían miedo, cuando llegaba al set donde les tomarían la foto solía siempre ser la primera o quizás la segunda en qué le tomasen las fotografías, pero solía hacer un escándalo cuando era la la cuarta o quinta.
¿Era voluble de humor? Por supuesto, podría estar de un buen humor en un minuto y al siguiente explotar contra quién estuviera enfrente, aveces los terminaba lanzando por los aires. No solía esconder sus poderes, porque se le hacía una tontería que lo hiciera la verdadera Kara, pero había aprendido a controlarse, porque sin duda alguna este planeta le había gustado más de lo que reconocería alguna vez.
Luego de algunas fotos, le daban un descanso, que era suficiente para buscar a algún humano idiota con quién tener relaciones sexuales, esto era como un combustible para ella, más que la comida, pero era agradable el sabor de está en el paladar, por eso la consumía. Volvía justo a tiempo para terminar su sesión y al término, veía las noticias donde aparecía el cuerpo de su reciénte víctima, no solían sobrevivir después de un encuentro y los desechaba cuál basura en cualquier tiradero. Lo gracioso es que crean que es una violadora serial. Cuando esos hombres ni siquiera aguantaban ni diez minutos.
Cuando anochecía suele ir a comer en uno que otro restaurante que le tenga al menos un poco de respeto, porque si, aveces terminaba haciendo algún acto heróico, salvando al restaurante en dónde estuviera comiendo, le daban de comer gratis siempre que quisiera. Era quizás de las ventajas que encontró en ese planeta.
Su noche terminaba con un baño de tina, una película de acción y dormir desnuda, claro si es que no terminaba agotada, lo cual raramente pasaba.
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