Un lugar especial

 

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||Reencuentro inesperado (Parte 5.1)

||Presente

||Marie - Eliza - Irlanda

                     Para una Demonio como Marie que le gustaba coquetear con lo que se moviera, ver a tantas mujeres parecidas a Irlanda, era entre una broma y algo traumático, pero se fijo en una de ellas que parecía algo desconectada, era la misma que había visto que tenía sus poderes desarrollados incluso mejor que Irlanda, y no, no era esa mujer supo si podía ser enviada a otro universo. 

Cuando se acercó a ella le parecía curiosa, pero a la vez un enigma. 

—No, no voy a decir nada más de lo que ya saben todas—Decia la mujer quien parecía anciosa.

—Yo solo venía a decir que no porque golpees más fuerte el piso, más rápido pasará el tiempo—Decia la joven Marie, quien miro a la mujer—Pero si que tienes el carácter de Irlanda, multiplicado por diez. 

—Lo siento, es que necesito volver a casa—Le dice ansiosa, mientras deja de zapatear en el piso—Todo seguro se irá patas arriba sin que yo haga algo.

—Ya veo, bueno, no necesita decirme más Irlanda número...—pero se vio interrumpida. 

—Me llamo Eliza.

—Bien Eliza, te contaré una historia... Después si gustas me cuentas la tuya—La mujer no muy convencida, aceptó. 

°°°

Era pasado de primavera, ya habíamos conocido a Kimsi, Hablo de Irlanda y yo, nos habíamos peleado y sinceramente es la única vez que me han pateado el trasero... en fin, quería preparar algo especial, un encuentro íntimo bastante intenso, pero como era nuestra primera vez juntas, yo iba a hacerlo con todo el romanticismo del mundo.

"¿Es tu historia cochina de como te follaste a tu mujer? No creí que fueras así de abierta."

"Cállate y déjame continuar"

Cuando tuve todo listo, le pedí a Kimsi, que se preparara para una sorpresa, ella no sabía de qué iba pero le lleve a nada más y nada menos que al Bosque de Transilvania, cerca del castillo, claro que no la lleve ahí todavía, no estaba listo y pues Irlanda no quería estropear la sorpresa. 

Así que cercano al castillo había una cabaña y a las afueras de está, prepare una cama redonda, con varias antorchas a su alrededor, con mucho cuidado y esmero, cuando la lleve al sitio, era de noche y con la luz de la luna que traspasaba por las ramas del bosque, yo feliz de ofrecerle una velada romántica y sexual a mi amada, aún no era mi esposa pero con esas miras iba. 

Una vez bebimos un poco de alcohol, me puse a...

°°°

—Para, para, para... Ya entendi, no necesito más explicaciones ni más historia—Que Eliza se pusiera así le hizo reír abiertamente, llamando la atención de Irlanda.

—¿De que tanto te ríes?—quizo saber, pero ya se imaginaba la razón.

—Que le estaba contando una historia—responde simplemente encogiéndose de hombros.

—Si, una historia de sexo—le responde Eliza.

—Tipico de ti, ¿Por qué no me sorprende?—le dice Irlanda—en fin vengo porque necesito...

—Espera, espera, Eliza me debe algo, ya que no me dejó terminar, ella me debe su historia—le dice a Eliza. 

Aunque Marie en realidad no le contó todo, no le contó de los nervios que sintió cuando estaba preparando todo ese detalle, de las ganas de vomitar que le daban, en pensar que Kimsi no le gustará la sorpresa, tampoco le contó el elegante vestido pero a la vez tan sencillo como lo es ella, que usaba, también como le quitó este. No le contó cómo sintió su piel, como la recorrió a besos, no le contó tampoco como se le erizo la piel ante el tacto que Kimsi tenía en la suya, como las manos de su amada le recorrieron su piel tan intensamente cuando estuvo sobre su cuerpo.

No iba a decirle que todo el acto de amor con Kimsi en ese lugar, fue intenso, no porque fuera puramente sexual, sino porque se dejó ir y se entregó completamente al amor que sentía en su momento por Kimsi, claro ahora su amor es más fuerte que entonces. 

—Bien, está bien—Hablo a Marie distrayendola—Te contaré sobre mi. 

Marie rió en forma de triunfo, mientras se acomoda a su lado para poder escucharla.

—Te escucho.