Vision Love

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||Nicole - Yuri

                 Está cursando el sexto año de su educación mágica donde era la mejor de su generación, sabía que serlo era una gran responsabilidad porque todos esperan mucho de ella y como no, si era excelente en Transformaciones, una promesa en pociones, Encantamientos era la mejor incluso desde los catorce años era buena con los hechizos no verbales, pero sobre todo era la mejor en Defensa contra las artes oscuras, supuestamente según la Directora McGonagall era incluso mejor que Harry J. Potter, lo cual obviamente era causa para inflar el ego de una chica sangre pura, como ella.

Aquel intelecto podía producir no solo admiración sino también celos, pero además de su intelecto resultaba ser una chica con una belleza natural única que era también objeto de admiración, pero sobre todo la envidia por parte de las chicas, pues varios chicos de su casa Ravenclaw la asediaban, incluso de Slytherin quienes en muchas ocasiones le hacían bromas, afortunadamente era buena en hechizos y salía airosa, las Leonas de Gryffindor eran un tanto pasivo-agresivas y las chicas de Huflepuff eran las que más la admiraban. Lo que jamás se imaginó fue que hubiera alguien tan loco como para estar enamorado de ella y querer darle una poción de amor, en especial amortentia la poción de amor más poderosa y lo peor de eso era que fue disfrazada en los calderos de chocolate que a ella le gustaban tanto. 

La mañana de San Valentín aún con el frío en el ambiente encontró al pie de su cama varios presentes, todos dignos de tirar a la basura, ranas de chocolate que jamás le gustaron, paletas y otros dulces de Honeyducks, osos, ramos de flores, también un lazo del diablo a manera de broma. Todo eso estaba ahí y literalmente lo hizo desvanecer, cuando iba a salir le faltaba algo y tuvo que sacarlo de debajo de su cama y ahí encontró lo que ella tanto amaba: 

Una caja de calderos de chocolate.

No sabía que hacer, si tirar la caja o quedarsela, un debate interno se dio y al final solo abrió la caja y se dijo a si misma "solo me comeré uno" en el interior tenían whisky de fuego lo cual era un sabor agradable aunque quemoso en la garganta por escasos segundos, después del primero llegó el segundo y luego el tercero y así sucesivamente hasta que se comió casi veinte calderos de chocolate, ya para este momento ella se sentía rara y luego de eso y dejando la caja de lado por lo harta que quedó una nota cayó al piso.

"Espero disfrutes de tu dulce favorito, se cuanto amas los calderos de chocolate, te quiero. Yuri" 

Aquello fue la gota que derramó el vaso y un deseo por aquella chica creció en su ser, fue a buscarla con todo el anhelo del mundo y no tardó en encontrarla y Nicole se lanzó a sus brazos en medio de la sala común totalmente abarrotada sin importar si las veían, Nicole se confesó y le dijo que le amaba, obviamente Yuri feliz de que esto pasará no negó que ella también.

Yuri procuraba darle la poción, por tres meses, semana tras semana, sin falta y quizás pensando que era el tiempo suficiente para que Nicole se hubiese enamorado de ella realmente, creyendo que todo era real o algo parecido; al parecer, nunca supo la verdadera historia sobre el origen del señor tenebroso.

Cuando dejó de darle la poción de amor poco a poco fue recobrando el sentido y se vio lo que había pasado incluso fue capaz de recordar cómo quedó en aquel estado y se odio a si misma por dejarse embaucar, era tan lista que termino cayendo de la peor manera posible, si es que había algo como eso.

Fue a un salón y lo insonorizo para poder gritar.

—¡Maldita sea!—grito exhalando un fuerte suspiro mientras con su varita lanzó un encantamiento que destruyó algunos asientos—¡Maldita Yuri! Te oído, me hiciste sentir como una tonta, me hechizaste y solo para ser tu novia, ¡Tú maldita novia!

Eso la hizo rabiar porque ella quería a una chica de Gryffindor y su primer beso y todo se terminó dando a Yuri, pero se iba a vengar de ella y jamás lo olvidaría pero tampoco Nicole lo iba a olvidar jamás lo que le acarrearía sus problemas de socialización y confiar en los demás que de adulta tendría.