Parto

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||Karen - Lena

                 Había esperado varios meses, prácticamente cuarenta y dos semanas para el nacimiento de su cachorro, era una espera que aveces le ponía ansiosa, pero también lograba ponerla pensativa.

Su hija dormía en la cama en aquella cabaña, había visto la nota, la cual solo decía que no le amaba y jamás lo había hecho, solo necesito leer eso para quitarse con todo el dolor de su corazón, el amor que sentía por aquella mujer que le dejo, siempre que lo pensaba se ponía mal. Se fue caminando hasta que llegó a un acantilado cualquiera que la viera pensaría que se lanzaría de este, pero la realidad es que no podía hacerle eso a su hija o a su cachorro por nacer, ella no era el tipo de persona que haría ese tipo de cosas.

Estaba mal emocionalmente y sinceramente ya no le importaba si encontraba o no pareja, no quería sufrir más, aunque su hija no tenía la culpa.

—¿Qué haremos tu y yo mi cielo?

Dijo mientras acariciaba su vientre, se sentía mal, pero una leve sonrisa se formó en sus labios. Quería pensar en que las cosas podrían mejorara.

°°°

Sin embargo cuando le tocó que naciera su hijo, hasta estaba planificado que sería parto natural, como lo fue el nacimiento de su hija, nada le importaba más que volver a sentir esa sensación de quedar exhausta pero con el pequeño cuerpecito de su hijo contra ella. 

—El bebé está sufriendo doctora—Le dice su asistente. 

—Bien, preparenla haremos la cesárea—Karen lloroqueaba que no, pero le dijeron que era la única forma para salvarlo o podrían perder a ambos.

—Bien doctora hagalo—Dice Karen con decisión, mirando a la doctora quien al verla decidida, no dudo en hacerlo.

Sin embargo para Karen fue un dolor indescriptible, sentir el cuchillo del bisturí perforar su piel pego un grito de dolor, pero tuvo que morderse una mano para no gritar más fuerte. La doctora no dió tiempo a qué la nueva anestesia le surtiera efecto, era un dolor que tuvo que soportar hasta que pudo escuchar el llanto de su hijo, a los pocos minutos se le pasaron para que pudiera conocerlo. Era un pequeño tan lindo y al cual ella ama con todo su ser. 

—Mi pequeño Adoniss—Dice Karen con un tono de felicidad, dándole un tierno beso en su cabeza. 

—Debemos llevarlo—Le dice una enfermera, mientras que la otra le quitó a su bebé, tomándolo entre sus brazos para llevarlo a darle su primer baño—Lo cuidare personalmente, no te preocupes Karen—Dice la enfermera, dejando a esta algo sorprendida, ninguna de las enfermeras le llamaba por su nombre—Me llamo Lena, por cierto.

Le dice y se va con las otras enfermeras, aquel nombre le sonaba pero ahora ya no podía pensar con claridad el agotamiento le estaba haciendo pagar y cuando se dió cuenta, termino dormida, pero con una sonrisa en los labios, su pequeño Adoniss había nacido.