Roxanne
#Andrea
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#Cerrado
||Lucky
||pasado
||Andrea
Hacía dos meses que sus padres dejaron de mandarle dinero, ya tenía sus dieciocho años, parecía toda una señorita y sinceramente no sé veía trabajando, pero pronto debía hacerlo sino quería terminar vendiendo la casa y vivir en un departamento chiquito, sinceramente no sabía que hacer, realmente no sabía hacer nada, pero recordó lo que un hombre en la discoteca donde iba le dijo "Si cobrarás por las mamadas que das, tendrías bastante dinero" aquello hizo eco en aquel jovencito que desde los dieciséis años acepto que sería una linda chica.
Así que fue comenzando en ese mundo de la prostitución, primeramente lo hacía en las calles, se paraba en un esquina junto a otras chicas, pero le dijeron ella debía ir a otra, sinceramente no sabi el porque hasta que vio a aquellas chicas, en su mayoría eran travestis y una que otra transexual. Pero fue buena idea, ya que ahí tuvo más suerte y en una noche tuvo al menos varios orales, algunos le ofrecían más por penetrarla, pero era virgen y no quería dejar de serlo.
Para ella, darle una felación a un hombre era una cosa, pero ya ser penetrada, debía al menos estar en celo y además querer a la persona.
El dinero que juntaba al final de una semana resultó no ser suficiente para ella y sus gastos, a pesar que dejó algunas cosas, entre ellas los supresores que debía tomar en su celo pero lo había olvidado. Cuando sintió esas ansias de comer en exceso, supo que entraría en celo y buscando entre sus cosas se dio cuenta que no tenía más supresores y checo que no tenia suficiente dinero para comprar ni media tira.
—¿Qué debo hacer?—Se decía Andrea acongojado, sabía que debía trabajar, pero si estaba en celo podría ser peligroso.
Clara termino como ella más temía, en su primer día de celo, no fue problema contenerse, pero entre más paso los días, le fue imposible no terminar sucumbiendo ante la propuesta de un seño que ya tenía quizás su cincuenta años, era soltero, lo sabía porque no portaba un anillo y no, no era como los otros hombres que lo escondían o algo parecido, ya que la marca del anillo siempre quedaba en sus dedos, por eso siempre usaba condón con ellos, por si acaso.
Con ese hombre sin embargo solia no usar condón y aunque sus amigas le decían que lo hiciera, simplemente no quería desperdiciar tal manjar para ella, pero tener sexo era otra cosa muy diferente. Tenía miedo, pero su maldito celo le impedía manifestarlo, incluso le pidió que no tuviera consideración. El hombre sin embar le pregunto si era virgen porque claro cuando intento penetrarla, fue un poco difícil, por lo que asintio.
—Tranquila pequeña—le dice esto acariciandole levemente, comenzando a ser más cariñoso y eso hizo las cosas más fáciles a tal punto que la penetración fue menos dolorosa y mucho más placentera, a pesar de lubricar bastante en su entrada anal, no fue sencillo.
Cuando ambos terminaron agotados, Andrea se refugio en el, buscando calor humano—Entonces te llamas Andrea y naciste como chico—le dice el señor y el asiente—De familia adinerada.
—Si, así es chistoso que mi nombre sea Unisex y que aquí simplemente lo vean como nombre de chica—Le responde en un tono amargo, pues así solía ser.
—Es italiano y es unisex, me gusta—le dice el hombre—yo me llamo Gerard, y Por qué si eres de familia adinerada ¿Haces esto?
—Por seis años mis padres no dejaron de enviarme dinero—Claro desde hace seis años que básicamente vivía solo—pero hace unos meses luego de que cumplí los dieciocho dejaron de hacerlo, quizás porque ya soy mayor de edad y puedo valerme por mi misma.
—Y ¿Cómo le haces con tus tratamientos? ¿Tus hormonas?—al escucharlo preocupado, se le hizo bastante tierno y se levantó para darle un beso en sus labios dejándolo desconectado por unos segundos.
—No las necesito, tengo una condición genética no sé bien cuál—le dice primeramente, sin mentir realmente en esto, no sabía porque le pasó a ella, pero no era una condición genética en si—Pero que en lugar de desarrollar caracteres sexuales secundarios, masculinos, comencé con los femeninos.
—Entonces tus padres dejaron de darte dinero—le dice y Andrea asintió—Si tuvieras dinero para estudiar y poder poner un negocio ¿Dejarías este mundo?
—Por supuesto que sí—Ella no quería prostituirse, lo más que había llegado era a dar sexo oral—Yo quería estudiar, ser chef pero con todo esto.
La joven comenzó a sollozar y el hombre le consoló, no supo cómo en aquellos momentos, termino durmiendo; cuando se despertó por la mañana se vio en su cama y con un sobre amarillo a un lado, dentro había una carta y bastante dinero.
La carta era del hombre, tenía una letra bastante pulcra y en ella le escribió que le daba las gracias por la noche que habían pasado y que hacerlo con ella fue algo que siempre recordará, que será para el siempre una mujer. Le dice en su carta que pronto recibirá noticias suyas y que el dinero es para que pague lo que necesite y no tenga que trabajar más por las noches.
Una semana más tarde recibió una notificación notarial de un despacho buscandola, pensó que tenía que ser de sus padres, al asistir a la cita, termina dándose cuenta que era por Gerard y el notario era amigo suyo, le había dejado toda su fortuna y propiedades además de una última carta.
Querida Andrea...
Se que te debes estar preguntando "¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? La verdad es que jamás creí encontrar entre tanta podedumbre a un ser tan puro como tú, no necesite conocerte más de una noche para darme cuenta de ello, gracias por regalarme lo más parecida por ti, lo supe cuando te quedaste dormida y tenías alguna clase de pesadilla, eso fue lo que me convencío para dejarte todo lo mío, yo tengo cáncer terminal y jamás me sentí más querido por alguien que esas maravillosas horas que tú te acorrucaste contra mi. Se que quizás no signifique nada para tí, pero espero puedas cumplir esos sueños que tú tienes.
Siempre seré tuyo.
Gerard.
La letra tan pulcra se tuvo que manchar por las lágrimas que derramó, el hombre le dijo que se pondría en contacto pronto para abrir una cuenta para transferirle el Dinero y que próximos meses se harían todos los demás papeleos.
El dinero no fue lo que le hizo feliz, sino que un hombre en una noche que pudo significar una noche cualquiera, termino viendo atraves de ella y lo que está parecía sentir. Desde ese día que había estado con el, había dejado de prostituirse, ahora con mayor razón tenía para poder hacer realidad sus sueños y ademas no tener que preocuparse por el dinero nuevamente, lo increíble de todo ello, es que fue de un hombre maravilloso que le dió todo sin esperar ni querar nada más a cambio, más que aquella noche de primavera.
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