Variante
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||Reencuentro inesperado (Parte 1)
||Presente
||Irlanda - Wanda - Laura - Sara
Habían tardado en llegar hasta la casa de la Bruja, que le dijo su abuela, pero era ella quien más conocía de ese mundo, así que Sarah le pidió que le guiara, antes de llegar habían planeado que ellas debían primero tantear el terreno, claro Irlanda no estaba de acuerdo, porque en todos los Universos, el tiempo era diferente y sinceramente no quería que pasara mucho más de lo que ya había pasado. Pero le hizo caso a su abuela, llegó a la casa de la mujer que les ayudaría, tocando el timbre, afortunadamente había prácticamente nadie en la calle, todo esto por si las dudas, aún así hizo una ilusión a su alrededor por si acaso, su abuela le miro con extrañeza, pero luego le sonrió aceptando que todo podía pasar.
La puerta al abrirse se topo con una muchacha con una sudadera, con las mangas recogidas, las mejillas manchada—¡No vayas a hacer nada sin mi!—Grito antes de voltearse para verlas—¿Qué desean?
—Hola, nuestro coche se nos descompuso y queríamos ver si—Le comenzó a decir, pero Irlanda en su desesperación le interrumpe.
—Wanda, necesitamos que nos ayudes—Fue directa y al escuchar su nombre, retrocedió y estuvo a punto de cerrarles la puerta.
—No se quienes sean, pero largo de mi casa—No se había sorprendido del parecido con su novia, pero no se espero que tuviera poderes.
Cuando estuvieron por entrar en combate, Sarah entro entre ellas, paralizandolas a ambas—¡Basta! No vinimos a pelear Irlanda—Le llama la atención a su nieta pero en ello, recibe un cuchillo que lo frena con una de sus alas, no era un arma ordinaria, era un arma celestial.
—Suelte a mi novia o la próxima daga no tendrá tanta suerte de parar—Dice con seriedad, pero Sarah no quería una confrontación y las hizo desaparecer de sus manos—¿Qué hizo con mis dagas? ¿A dónde las mando?
—Miren señorita...—No sabía el apellido pero su nieta lo dijo—Maximoff, no vinimos a hacerles daño ni a molestar, pero estamos en un predicamento muy serio y solo una Bruja del Caos podría ayudar en esta ocasión.
Le había soltado igual que a su nieta, pero a ambas les bloqueo sus poderes momentáneamente, igual que la gemela de Irlanda la cual no parecía sorprendida con la presencia de está, pero Irlanda no parecía igual, porque la veía.
—¿Y que es lo que quieren?—Wanda miro a ambas mujeres, mientras la otra chica se acercaba para poder ver si tenía algún rasguño o algo.
—Podemos viajar entre dimensiones, ese no es el problema—Le dice Irlanda antes de decirle algo más—Pero es agotador y busco a mis dos hijas, a mi hermana y a mi esposa.
Wanda escucho todo aquello y miro a su novia, sin mediar palabras comenzaron a discutir telepáticamente.
"Podría ayudarlas y tener a mis hijos también" decía Wanda mientras se veían con intensidad.
"Ya habíamos hablado de ello, dijiste que no volverías a intentar nada"La mirada inquisitiva de está le calaba.
"Laura" era un tono lastimero pero en su mirada se veía que tenía razón.
—¡Laura! Nada, lo prometiste Wanda—Se alejo gritándole y sale de la sala hasta el jardín, necesitaba alejarse, no quería llorar frente a su novia.
Su abuela había estado al corriente de esa conversación telepatica, pero no dio indicios de nada—Ahora vengo, pónganse de acuerdo.
Sarah salió de ahí, para alcanzar a la muchacha.
Por otro lado Irlanda miro a Wanda, parecía indecisa, Irlanda se imaginaba el porque—Se te iluminaron los ojos cuando hable que viajo entre dimensiones, habías perdido la esperanza desde lo de América Chávez—la Bruja escarlata se sorprendió que supiera todo eso, en teoría solo el doctor Strange lo sabía y no otras personas.
—¿Cómo sabés todo eso? ¿Cómo sabés quién era yo?—dice esto mientras pensaba más las cosas.
—De la misma forma que tú no te sorprendiste cuando hable de dimensiones—Expresa sentandose en uno de los sofás—y también que no te sorprendiste por mi parecido con tu novia.
—Tampoco es que no me diera cuenta que eras diferente a Laura—No le dio mucha importancia, comenzando a platicar de que era lo que quería.
Por otro lado Laura estaba molesta, pero a la ves triste. No sabía porque solo sentía que lo poco que avanzaron, estaba por irse al caño.
—Señorita... Laura—No sabía su apellido, por lo que no le quedó de otra que decirle así—Se que no me incumbe, pero no deberías...
Se detiene y la frena antes que siga—Exacto, no le incumbe y devuelvame mis dagas—Le exige mientras que Sarah, niega.
—Puedes traerlas cuando quieras, solo tienes que desearlo—Le responde serenamente, Sarah sabía los alcances de sus poderes—Pero tampoco las necesitas, tienes muchos otros poderes, aunque creo que eso ya lo sabes.
Laura se le quedó viendo sorprendida y Sarah simplemente le sonrió "¿Verdad que si, Laura?" Fue algo telepatico, no lo hacía con Irlanda, porque le faltaba bastante entrenamiento mental, pero al parecer la chica si que lo tenía.
—¿Quién eres? ¿Qué eres?
Pero antes de responder una risa llamo su atención, era de Wanda.
Las dos volvieron adentro.
—Bien, te ayudare... Puede. Quedarse aquí hasta que la poción y el hechizo este listo—les dice a ambas, poniéndose de pie—La poción será lo más tardado... Una semana.
Irlanda iba a protestar, pero Sarah se adelantó.
—Puedo ayudarte con ello—Le dice acercandose a ella, y Wanda accede llendo ambas a la cocina.
En la incomodidad se quedaron las dos que parecían gemelas, mirándose y mirando a su alrededor—Yo... tu...—ambas decían al mismo tiempo, y se interrumpían—Tu primero—Le dice Laura, quien le señala el sofá para ambas tomar asiento.
A decir verdad Laura jamas pensó conocer a alguien igual a ella de otro Universo—Soy Irlanda, tengo dos hijas, una esposa y dos hermanas, provengo del universo dieciocho—Dice Irlanda primeramente—tengo 41 años.
—Vaya, creí que tendrías más o menos mi edad—Le expreso, haciendo reír y negar—Tengo 36 años, no tengo hijos, soy mujer.
—Con pene, igual que yo—Laura se ruborizó, además de Wanda, jamás nadie había sabido de su condición—de hecho me doy cuenta que tenemos más en común de lo que crees.
Le mostró varias de sus habilidades, habilidades que compartían ambas, como el cambio de apariencia, el crear cosas, el atraer objetos, poder curar heridas y en el caso de Irlanda pasar energía, esto aún le costaba mucho, sin terminar fatigada, además de otras como destreza, fuerza sobrehumana, aparecer y desaparecer a su antojó, pero jamás pensó llegar a límites como el traspasar las barreras interdimensionales.
—Y creo son todas las habilidades que tenemos, probablemente más por lo que he visto que hace mi abuela—le contó, señalando a Sarah, quien estaba entretenida viendo a cómo movía y se movía por la cocina.
—¿Tu abuela?—al voltear a ver a la mujer que parecía modelo, una mujer de cuerpo espectacular—Pense que era tu hermana.
—Y por eso le he dicho que me diga Sarah—hablo su abuela haciendo reír a Laura y sonrojar a Irlanda.
Con el tiempo pasando le enseño a Laura como podía cambiar su apariencia física, e incluso influir para que pueda ser fértil, algo que la propia Laura creía imposible.
—Somos Nephilim, aunque en nuestra parte, somos un cuarto de Nephilim—Le contó Irlanda, pero Laura no lo entendía—¿Conoces a Peter Quill?
—He oído hablar de el—No sabía bien pero según era hijo de Ego—El es hijo de Ego ¿No? Un Celestial.
—Pues algo así, serías tú pero de otra clase de Celestial.
Era mucha información y sinceramente ella creyó que era una especie de mutante o inhumana, no sabía que era algo más, aunque jamás lo hablo, incluso se sentia rara, fuera de lugar Incluso, porque conocía a varios mutantes y nunca se sintió Bienvenida, igual le pasó con los Inhumanos, ahora todo tenía sentido, pero quería conocer más. Saber más de Irlanda, a quien supo que también tiene una hermana gemela. Y que compartían muchas cosas, era algo nuevo, porque ella nunca tuvo a nadie en su vida hasta que entró en la vida de Wanda, de aquella forma tan intempestiva ¿Qué se sentiría tener una hermana?
Saber que había copias de ella misma en otros Universos, no era algo nuevo, pero jamás se soñó como una Empresaria ni algo parecido, pero ahora sabia al menos que esa variante llamada Irlanda buscaba la forma de volver a su mundo, con su familia.
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