More Blood


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||Algo del pasado

||Pasado/Presente

||Alicia - Aise - Alex - Andreina



                   Solía hacerle vistas a sus hijas quienes vivían en una ciudad, haciéndose pasar por hermanas huérfanas, ya que Andreina era la de apariencia adulta, está cuidaba de Alex y Aise. Alicia no pertenecía a ningún clan o grupo, pero su creador murió hacía unos siglos, cuando hubo una revuelta y los bastardos del este de la India lo mataron, al escuchar el murmullo de sus hijas, les hablo. 


—¿Qué no me oyeron?—dijo, dejando las bolsas en una mesa—podria...


—Te oimos desde que ibas entrando al edificio—decia en aquellos momentos Andreina, mientras iba viendo que les llevo—¿Postres? ¿Y para mí?


—Te traje tus favoritos, los aros de cebolla—le responde en aquellos momentos—¿Por qué te gustan esas cosas? 


—Asi como le gusta el helado a Alex y los pastelitos a Aise—le responde Andreina. 


Recordar cómo se embarazo siendo la única vampira que aún después de convertirse en vampira pudo quedar embarazada. 


°°°


Su maestro y quién le enseño el mundo Vampiro y lo que podían hacer, le dijo desde el comienzo que no habría forma que ella quedará embarazada, pues ya no sería capaz de cambiar, pero luego de cuatrocientos años, conoció a un hombre, un general del ejército rumano, este quedó prendado a la belleza singular de Alicia y tuvieron relaciones, claro un soldado del ejército necesitaba mucho está clase de desahogo, por lo que no le molestaba estar en su tienda durante las campañas, pero una noche de luna llena, cuando aprovechaba que las criaturas como los hombres lobo salían, fue que bajo el reflejo de la luna y su cuerpo desnudo, notó un bulto, bulto que poco a poco y en no más de nueve semanas, creció hasta dar a luz a Andreina.


Su maestro no podía dar crédito, pero protegió a Alicia lo mejor que pudo por mil años más, hasta su desceso, pero tuvo que cuidarse sola, ya no volvió a acercarse a un hombre hasta sobre el año 1700, se enamoro de aristócrata francés, tuvo relaciones y nació Alex de esa relación, después unos cincuenta años después, un leñador le hizo el favor quedó nuevamente embarazada de otra niña, Adriane. 


—Mamá, Asmodeo te dijo que no debías volver a embarazarte y ya van niñas—para esto, Andreina tenía ya más de mil años. 


—Lo se, pero tener sexo no puedo evitarlo y además no hay manera no me guste hacerlo—le contradice. 


Pasaron las décadas y una vez más quedó embarazada, de Aise, su hija más joven, con más de cien años en el presente.


°°°


—Agh~ aveces me preguntó ¿Qué ganas con el sexo?—le hablo su hija mayor, Adriane no vivía con ellas pues era más solitaria.


—¿Por qué lo dices?—saco de la nevera una bolsa de sangre.


—Porque hasta hueles ¿Crees que no me doy cuenta?—Decia en aquellos momentos con molestia—y ya hay condones, hace cien años, te lo pase por última vez todavia hace sesenta años con Abigail, pero ya no más bebés madre.


—Agh, odio los condones, los use unas pocas veces—reconoce—pero sentirme llena de semen es tan...


—Agh, odio que me cuentes tus asquerosidades—refunfuño. 


—Pero tranquila, estuve con otro vampiro, ellos son tan estériles como el Desierto de Atacama—le recordó mientras tomaba la sangre de la bolsa, le gustaba más la sangre humana tibia—Pero no te preocupes, no volvera a pasar.


Aunque claro un vampiro no le podía satisfacer como un humano ni le hacía correrse como lo podía hacer uno. Pero debía estar alejados de los humanos o terminaria nuevamente embarazada. 

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