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||Reencuentro inesperado (Parte 5.2)

||Presente

||Marie - Eliza - Irlanda

                    No estaba muy segura de hablar de si misma, pero por interrumpir a Marie pensó que debía contarle algo, quizás su vida y su mundo. 

—Antes de todo, en mi mundo, las relaciones entre familia no es malo—le dice, Eliza y Marie enarca sus cejas.

—¿No? Osea no tienen enfermedades, no les pasa nada si un hermano se casa con su hermana y tienen hijos—Eliza negó, y se acomodo mejor en su asiento. 

—¿Enfermedades? No, ni siquiera se enferman, no se de dónde sacasas esas cosas—Marie le iba a decir, pero fue Eliza continuo—En fin, mi historia...

°°°

Comenzaría con una mujer en plena adultez joven, su madre llevaba un año muerta y debía valerse por si misma, había conseguido un trabajo como mucama en la familia Kim, una de las más poderosas del país y del mundo, era de las pocas que su legado provenía de una larga historia donde el padre se casaba con la hija o la hija con el primo, con el tiempo formaron una relación con otras familias y ahora ya tenían un gran poder no solo económico, sino político y social, trabajar para ellos era sin duda un honor. 

Llevaba un año trabajando cuando conoce al hijo de la familia Kim, el primogénito Kim Yunho, cuando lo conoce jamás se había sentido tan atraída a alguien como con el, pero no reaccionó su pene, con el cual había nacido, era estéril pero su madre Diana le había dicho que podía cambiar y adaptarse, pero no quería hacerlo, pero ambos se amaban o al menos eso decía Yunho cada vez que se veían, por lo que decidió renunciar a su miembro y a ser fértil, realmente quería esto.

Sin embargo después de su primer encuentro sexual, no humo otros, si hubo besos y todo eso como antes pero el no le volvió a tocar y no sabía porque, cuando tenía tres meses de su único encuentro, comenzó a sentir nauseas, vómitos y mareos. 

Al principio no sabía lo que pasaba y sinceramente pensó que estaba enferma. 

—Usted señorita, usted esta embarazada—le dice el médico, con una sonrisa—¡Felicidades!

Ante la noticia que recibió supo que el padre es Yunho y sinceramente no sabía si decirle, más cuando ese mismo día se supo que estaba comprometido con su prima.

Esa misma noche le tuvo que decir, pero la respuesta no fue la esperada.

—Abortalo—respondio,—¿O que creías? ¿Qué me casaría contigo? 

—No, pero al menos creí que me apoyarias—Dice bastante herida en sus sentimientos y acariciando su vientre.

Sin saberlo, el padre de Yunho les había escuchado, cuando al otro día le dijo que renunciaría, este no le dejo, por el contrario le dijo que se quedara, que si bien no era de la familia, el niño o niña en su vientre, nacería como todo un Kim, sin embargo el señor Kim le dijo que no podría criarla como su hija, si es que quería verla otra vez. Eso le rompió el corazón, pero saber que podría estar cerca, le ayudo mucho. 

—Seras su Nana, cuidarás de ella, porque nada mejor que el cuidado de su madre para que crezca, pero jamás le dirás a Baebi que es tu hija—Le dice el señor Kim quien para Eliza era un señor de respeto y que tenía una voz de autoridad que le hizo aceptar. 

¿Habría peleado con el señor Kim por su hija? Por supuesto, pero luego de que le vio como le trato a ella, y después con el paso de los años como adoraba a su hija, sentía como daba más atención a Baebi que a los demás y aunque su hijo Yunho le reclamaba, este siempre le respondia que los amaba por igual.

—¿Puedes decirme que te dijo mi padre?—esto se lo reclamo un día antes de la muerte del señor Kim.

—¿Qué me dijo el señor? Nada de su incumbencia—Dijo seriamente—Señor.

—No me hagas perder la paciencia o te echo y ya mi padre no estará para defenderte—Le advirtió.

—Mire... Señor usted podrá ser el nuevo señor en dos días, pero dejeme recordarle que usted fingió amarme—Le reclama a el con sinceridad, y seriedad—si hubiera hecho caso a su petición, hoy no tendría a Baebi y dudo mucho el señor le hubiera dejado la empresa sin esta razón... Por cierto usted que es tan recto ¿Sabe la señora que usted me pidió abortar? ¿Qué pensaría si supiera esto? No creo que se hubiera casado con usted si lo supiera.

Aquello le lleno de cólera al señor Kim Yunho, pero esto además le lleno de vergüenza, que desde entonces nunca más volvieron a verse a solas, aveces era incómodo pero le tenía que pedir cosas que solo ella sabía. Además que en veintiséis años paso de ser una simple mucama, a ser la Nana de Kim Baebi y finalmente la Ama de Llaves de la familia Kim. 

•••

—Finalmente soy quien se encarga de la casa, de que funcione correctamente—Reconoce Eliza con una leve sonrisa en sus labios.

—Y eres Nana de tu propia hija—le recuerda y una sonrisa un tanto triste aparece en su rostro.

—Tambien, pero eso no importa, puedo estar con ella—le recuerda.

—¿En verdad no pueden casarse con alguien que no sea familia?—eso le intrigaba.

—¿Qué? No, si que pueden, pero muchas de las familias más poderosas, prefieren más entre familia directa y en ocasiones indirecta—Le explico a Marie.

Irlanda le había escuchado toda la narrativa de Eliza y que le hizo simpatizar con ella en cierta manera, las tuvo que interrumpir.

—Lamento hacer esto, pero necesito a esa demonio—le dice a Eliza, arrastrando a Marie quien le daba las gracias por la historia y le reclamaba a Irlanda por interrumpirlas

Eliza miro la escena y después se pregunto si hubiese tenido una hermana, se llevaría así con esta, también pensó si su hija le extrañaría aunque solo lleva menos de una hora fuera, pero según escucho esto no sería lo mismo en los demás Universos. Lo cual le causaba angustia y desesperación en la mujer.