No me grites
#Karla
#GPPKH
#gpstfour2
#cerrado
||No me grites.
||Pasado
||Karla - Liliana
Para tener solo tres meses de relación, ya no iba al mismo café, que por años había asistido, tampoco salía sin Liliana, solo si iba con Sandy, también su forma de vestir ya no era la misma que tenía antes, ya no usaba minifaldas, ya no usaba ropa interior sexy, a menos que le gustara a Liliana, se juntaba menos con sus amigas y solo iba a bailar cuando iba con esta, todo estaba comenzando a girar en torno a ella, y Sandy comenzaba a sentir que algo no andaba bien con esa relación.
—Karla ¿Qué sucede?—le cuestionó, claro que Karla no sabía a que se refiere.
—¿Sobre qué? O ¿A qué te refieres?—Le cuestiona.
—Sabes a lo que me refiero—insistio—ya no vamos a la misma cafetería, casi no sales con tus amigas, sino viene Liliana ¿Qué sucede? Algo pasa.
—Nada, soy bastante feliz con ella—Decia con cierto nervio en su tono de voz—estas siendo injusta, las chicas también, además ella trabaja cuarenta y ocho por veinticuatro horas, termina cansada y no quiero que ella se vea forzada a ir a un lugar cuando se siente cansada.
—¿Estás segura que es solo por eso? Mira, soy tu hermana dime lo que sea te apoyaré—Le trata de sacar la verdad, pero Karla se ofusca.
—¡Qué no pasa nada!—le grito alterada—Sandy, por favor no te preocupes soy feliz con Liliana.
Se sorprendió porque le había gritado, algo que nunca le había hecho. Sin embargo Sandy no dijo nada, en eso Liliana llegó, mirando con poco agrado a Sandy.
—Ah, hola Sandy no creí que estarías aquí—confeso con cierta ironía que Karla noto.
—Ah, es que me vino a pedir unas cosas que le había pedido prestadas—le responde Karla—Pero le dije que las guarde en el almacén, mañana iré a por ellas.
—Cierto, ya había olvidado ese detalle—confirmo con una risa—Mañana vendré a recogerlas, las dejo, seguro tienes hambre cuñada.
—La verdad tengo más sueño que hambre, pero gracias—sonrio cínica.
Se despidió de Karla y se quedaron a solas, Liliana fue a la cocina sirviendose un trago y volviendo con esta.
—¿A qué vino? ¿Qué le dijiste, Karla?—le cuestiona mientras mira a su novia, bebiendo un trago.
—Nada, no le dije nada—aseguro Karla—Ella pregunto, pero no le dije nada.
—¿Segura?—Pero Karla titubeo, lo que le hizo tirar su copa contra la pared—¡¿Segura?! Carajo, Karla más te vale no haber abierto el hocico y menos a tu hermana.
—¡N-no, no lo hice! Lo juro—le dice Karla temerosa—Y-y no me grites.
—No te grito, sabes que si le dices algo, tendré que matarla—Le amenazó en aquellos momentos, se acercó para casi darle una bofetada, pero no lo hizo—Y si me dejas, te mato, mato a tu hermana y me mato yo... Porque yo no podría vivir sin ti.
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