Impulsividad
#Marie
#GPPKH
#mplsvdgp
#Cerrado
||Una última vez
||Presente
||Marie - Kimsi
Era el último día en ese universo, gracias al cielo, porque ya no soportaba tener que ver a su clon mal hecho tras su mujer, venía todo el tiempo y lo más molesto era la atención que está le daba, pero había notado que esa mujer miraba a su esposa embelesada, lo que ponía celosa a Marie, algo que solo sintió con HyunA, pero está clase de celos era diferente, no sabía cómo explicarlo.
Así que aquel día decidió aún sin volver a su forma que ya había elegido antes, a vestirse pero de una forma coqueta y traviesa, todo en color rosa, con excepción de las botas, pero todo lo demás si que era rosa, la blusa, el blazer, el brassiere, la tanga, el pantalón, pero al verse al espejo, se quito la blusa y se dejó el blazer, desabotonado pero a su vez decidió quitárselo.
Cuando salió de la habitación, ahí estaba está idiota de su clon y Kimsi hablando muy amenamente.
—Buenos días, saldré un rato a caminar antes de irnos—Le dice Marie con el Blazer al hombro.
—¿No piensa desayunar?—Pregunta Marie Puzzo, pues ya parecía irse pues Kimsi estaba con la boca abierta y desencajada que parecía no saber que decir.
—No, no tengo hambre, luego vuelvo—Pero sintió como le quitan el blazer y se lo lanzan al pecho.
—¡Cubrete! No pienso dejar que salgas así—dijo una Kimsi molesta.
—¿Quién me lo impedirá? ¿Tú? Tu sigue con esa idiota, yo haré lo que me dé la gana—sentencio tomando el blazer y ni siquiera se lo puso—Quizas vuelva a buscar a mi hielito, no lo sé.
Dicho esto, decidió irse, pero notó que la dejo sin palabras, sin embargo no se detuvo ni se disculpo, estaba celosa y molesta ¿Cómo no podía ella notar como esa tipa se le queda viendo? "Es porque ella le corresponde" le dice su conciencia y Marie estaba negandose a sí misma.
"Piénsalo, cuando llegamos ella tenía el aroma de esa tipa encima, y cuando desapareció y volvió, lo tenía aún más fuerte, además de una sonrisa idiota, Kimsi está enamorada de esa mujer"
De por sí era insegura de si misma—Aunque no lo pareciera— y que su conciencia no ayude, es peor pero se había dado cuenta de ello, pero había querido ignorarlo, pues no había nada que indicara lo contrario, que hubiese algo entre ellas, ni ropa o algo que signifique ella estuvo ahí o algo parecido. Odiaba esto y aunque quería coquetear con medio mundo, cuando salío a la calle, miro con cara de pocos amigos a quienes le miraban lascivamente.
—¿Qué ves? ¿No has visto a una mujer en ropa interior? ¡Imbécil!
Claro que pudo haberlo carbonizado en ese momento, o mandar su alma al infierno, pero sinceramente no tenía ganas de nada de ello. Solo quería desaparecer, malditos impulsos de hacer idioteces, pero su molestia no siempre le dejaba pensar bien.
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