Look what you made me do

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#Cerrado

||My revenge

||Presente

||Elena - Kim Han Sol

                   Para Elena, aquella experiencia de haber desaparecido por un tiempo indeterminado, le trajo una nueva visión de su vida y de mi que realmente quería para si misma y que estaba harta que controlarán su vida y la de su hija, ya le había contado la verdad, está sabía que ella era su madre y no la mujer que estaba con su padre, pues no puede decir que ella la crío, porque ese fue su papel, al ser su niñera, así que básicamente ella no abandono a su hija, aunque Elena aún así lo sentía de esa manera. 

La idea era irse las dos juntas, pero le dijo a su hija que se fuera como si quisiera irse de vacaciones o algo parecido, que ella le alcanzaría, ya que necesitaba hacer algo antes de volver a verse.

—Pero no quiero dejarte mamá—Su pequeña hija le daba besos en los labios, acariciandole ella por el cabello y sonriendo porque su hija le llamara "mamá"—te perdí una vez, no quiero volver a perderte.

—No me perdiste y no me perderás—le beso de vuelta.

A la mañana siguiente el drama se armó en la casa cuando la vieron que se fue de la misma, ya que no aviso a nadie más, solo Elena sabía, pero no dijo nada y cuando le preguntaron ella negó que supiera algo.

—A ti siempre te dice sobre a dónde va y con quién—Le recrimina la señora Kim.

—Sera porque confía más en mi, pero está vez no me dijo nada, lo siento—lamento y se retiró, el señor Kim le hablo también pero ella lo volvió a negar. 

***

Dejo pasar una semana, cuando le aviso a la señora Kim que ella se iría, ella no sabía que Seoly era su hija, ella solo sabía que Seoly era adoptada nada más, sin saber realmente que era hija de su esposo. Además el señor Kim estaba de viaje, lo que facilitaba muchas cosas.

—Mire, ya estoy grande, la niña Seoly ya es mayor y dudo mucho que pueda seguir siendo su Nana, que fue para lo que fui contratada—Elena quería decirle que era su hija pero no dijo nada, solo ponía la cara más triste.

—¿Estás segura? A tu edad, no creo que encuentres trabajo—la señora la veía con cierta malicia pues solía menospreciar a los trabajadores de la casa.

—De hecho me iré a mi ciudad natal a cuidar la granja de mis padres—Claro que era mentira, pero la señora no lo sabría jamás.

—Bueno y ¿Cuando te irás?—dice bastante feliz, parecía que era lo que deseaba.

—Mañana, la muchacha nueva, llega hoy y le instruire en todo lo necesario—Le aviso, la mujer no muy contenta, acepto y Elena se retiro. 

Cuando se fue con sus cosas, las hizo aparecer en casa de su hija que había rentado en una ciudad fuera del país, mandándole un mensaje que pronto estaría ahí. Por primera, después de años volvió a usar sus poderes, desapareciendo de las afueras de la casa y apareciendo fuera del departamento de su ahora ex jefe, claro ella sabía que de viaje no estaba, sino que estaba con su amante y al tocar el timbre el hombre palideció con solo verle.

—E-elena ¿Qué haces aquí?—el hombre se trató de cubrir con una bata y Elena se rió por su comportamiento.

—¿Para que te cubres? Si te conozco tus miserias—se burló, haciendo enojar a Hansol.

—Mira, no te permito me hables con insolencia—quizo gritarle pero Elena lo callo.

—Hansol, nunca tuviste la autoridad para gritarme aún si trabaje para tu familia—le espeta seriamente—Solo venía a despedirme y a decirte que me casare con Seoly. 

—¿Qué tú harás que? Es mi hija y además sabes que nadie más sabe sobre lo nuestro—Le contradice.

—Lo sabe ella ahora—señalo a la mujer que resultaba ser la hermana de su esposa, osea su prima—Y lo sabe Seoly, además...

Pero en ese momento Hansol se le quiere echar encima, queriendo pegarle, pero Elena más hábil, le detuvo la mano que comenzó primero a apretarsela, para después torserle su mano, inflingiendole dolor, la mujer que estaba ahí de espectadora, se sorprendió y estaba en shock por todo lo acontecido. 

—¿Crees que ella se quede callada? Yo lo dudo, sinceramente no me importa, pero serás el hasme reír pues sabrán que te metiste con una empleada, una empleada con verga—Claro era poco la tolerancia que tenía por el lenguaje soez, pero lo ameritaba en el momento y solo le gustaba que su hija lo usará con ella.

—N-no tienes pene, yo mismo te vi desnuda ¿Cómo fue posible que quedarás embarazada de mi?—la mujer estaba por quebrarse, pero se contuvo.

—Por amor a ti, imbécil, porque renuncie a tener pene por ti, porque te amaba, pero eso se acabo—Elena iba a irse pero se quedó para acercarse a la muchacha, a susurrarle algo.

Cuando se fue, escucho los gritos del hombre y como estos pasaron de ser de que se detuviera a casi agonicos, cuando salió del edificio, se despidió del gerente y le dijo que no le agrado el departamento, que buscará otras opciones y sino encuentra algo mejor, ella volvería.

Al desaparecer, llegó al departamento de Seoly y tocó el timbre. Qué muriera Hansol era lo que ella quería, pero las cosas se dieron de tal forma que ella no tuvo que siquiera usar la fuerza o ser ella misma quien lo hiciera, Seoly no necesitaba saber lo que pasó, pero eventualmente le contaria después. Vengarse era lo único que quería desde que volvio de aquella otra tierra, y sabía que la única forma de estar juntas como madre e hija y como pareja, era quitando a su padre del medio.