Nobody can drag me down

 

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#Cerrado

||Recuerdos agridulces

||Presente

||Willow - Irlanda 

                   Ambas estaban en la cafetería, justo cerca de donde preveían que aparecerían en cualquier momento sus chicas, claro que esto lo venían haciendo desde hacía dos meses, Irlanda se preguntaba que tanto estaban haciendo en ese mundo, sin embargo recordó que para ellas ya el tiempo es diferente y probablemente lleven solo horas o quizás unos pocos días, mientras que Willow pensaba en algo o mejor dicho en alguien y hasta su madre se dió cuenta, que cuando le tocó la mano, está se sobresaltó.

—¿Qué pasá?—Apenas acabo diciendo.

—Nada... Bueno—Al principio no quería decir, pero con Irlanda le parecía bien hablar, ella aveces le entendía mejor que su madre—mamá ¿Te acuerdas el mundo donde me encontraste?—Dice Willow algo pensativa pues no sabía cómo contarle algunas cosas.

—Am si, algo asi—Responde Irlanda con sinceridad—¿Algo te paso ahí? ¿Algo malo?

—¿Qué? ¡No! Claro que no—hablo con sinceridad—al contrario, me pasó todo lo contrario a mal, conocí a dos personas maravillosas ellas me ayudaron cuando más cansada me sentía—el juego con sus dedos de los nervios—claro que no solo hablo de cansancio físico, sino espiritual, a tal punto que me rescataron de una maldición de un demonio.

—¿Qué un demonio hizo qué?—la sorpresa y enojo fueron mayúsculas y Willow tomaron la mano de su madre.

—Mamá ya pasó... Ellas dos me ayudaron, pero todo fue muy raro—Reconoce y al acordarse de Gael, hace que la menor suspiré. 

Gael era una mujer maravillosa, había sufrido tanto, no solo físicamente que era lo evidente, sino emocionalmente, la conoció siendo alguien fría y distante con ella, y se fue con una imagen de alguien que le tomo mucho cariño, lo supo en el momento de la despedida y sintió su melancolía. 

—¿Acaso una de ellas te gusto? Si quieres yo...—pero la negativa y lo alterada que parecía ante la idea le correspondía a algo más—No me asustés ¿Qué pasó?

—No me asustes tu a mi, jamás podría ver a Gael—Irlanda ladeó el rostro sin comprender—Asi se llama una de las mujeres que me ayudaron—explicó—ella es tan parecida... No, ella es idéntica a mamá Kimsi, si claro tu no la hubieras conocido habría tenido un futuro tan diferente, el punto es que ella es la Doppelgänger de mamá, así que no, no es que me guste, sino que por todo lo que hicieron ambas, Gael y Kalan, me gustaría que al menos Gael encuentre ese algo que le hace falta.

—Y Kalan ¿Quién es en todo esto?—quizo saber—¿No era la bruja con la que nos topamos tu abuela y yo al encontrarte?

—La misma.

—¿No le deseas lo mismo a ella, también?—pregunto con duda.

—Ah, no, que se conforme con tener salud—Le responde su hija tan natural y fue una respuesta tan de Marie que le hizo reír a Irlanda—me agrada, pero se que ella cuida de Gael mejor que nadie y se que mientras la necesite, no se irá a ningún lado.

—Entiendo, Gael fue muy importante para ti.

Willow no quiso decirle sobre lo que pasó con el Demonio, porque simplemente no se sentía lista para hacerlo, pero ella sabía que sin Gael y Kalan su vida no habría sido la misma, probablemente se habría vuelto loca o una demonio completamente, en cualquiera de los dos casos no estaba segura que su vida fuera igual, ni siquiera sabía si estuviera con su madre sentada y conviviendo en aquella cafetería.