En mis recuerdos viven mis sueños y anhelos de algo que jamás tendré

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#Cerrado

||Recuerdos de la vida que no tendré.

||Presente

||Irlanda Puzzo - Marie Puzzo

                   Después que aquella muchacha se fuera, trato de volver a la normalidad lo más pronto posible, aunque la pelea contra los angeles fue algo difícil, con la ayuda de su abuela salieron ganando, eso sí Marie salió un tanto herida porque iba más enojada a atacarlos y hasta Irlanda sabía que ella no debía atacar con el calor del momento y la mente nublada, claro entendía su sentir o al menos lo trataba de entender lo mejor posible, sabía lo que era amar, pero nunca lo que era ser amada, quizás estaba cerca de sentirlo o de percibirlo si que era esto real. 

La madre de su hija Abby alguna vez le dijo que le quería y esto al menos valía algo, pero sabía que querer y amar no eran lo mismo y lamentaba demaciado nunca haber sentido la reciprocidad del amor, quizás Marie podía sentirse vacía porque ya Kimsi no estaba, pero debía sentirse feliz porque sintió amor y que le correspondían.

—¿Qué te trae por aquí?—Pregunta cuando siente que aparece en la oficina como si nada.

—Abby, básicamente me envió aquí porque te nota extraña y me pide te recuerde que eres lo único que tiene—Responde Marie sinceramente a Irlanda, aunque luego ríe—No uso esas palabras, pero entiende, a pesar de ser un poco más madura que las niñas de su edad... Es una niña y necesita que estés bien, no soy quien para juzgarte porque yo estoy mal, pero no dejo que Willow note mi tristeza.

—Es fácil para ti decirlo, cuando has tenido alguien que te ame, así como tú lo haces—Dice Irlanda algo seria—Abby se convirtió en lo más importante para mí, pero hasta tu y yo sabemos que el amor de un hijo no remplaza el amor de pareja que se necesita.

—No, no lo remplaza, pero te lo digo yo que antes de Kimsi, yo estaba bien—comenzo a hablar con seriedad—Y después de ella sigo estando bien, si me hizo mejor persona de lo que era, pero tampoco me morí porque la madre de Willow me dejó, y si bien lidear con esto fue difícil, con la ausencia de Kimsi está siendo diferente, porque la situación es diferente. Pero no por no tener pareja yo voy a estar como tú que está más en el trabajo que en casa, si tuviera tu dinero y la disponibilidad de poder no estar trabajando, lo haría, al final de cuentas puedes tener a un administrador trabajando para ti, te pierdes de muchas cosas por estar enfrascada en todo esto—Señalo todo su entorno—Puedes buscar el amor si quieres, pero si lo buscas en la primera chica que se te atraviese mejor déjalo así... Mejor usa la siguiente formula: sal con cien chicas en cita y de esas, primero saca las primeras treinta y siete y saca la mejor cita de ellas, después sigues buscando entre las otra sesenta y siete chicas buscarás la mejor de entre ellas y si hay alguna mejor que de las primeras treinta y siete, es la indicada, pero sino encuentras a nadie mejor de las demas, pues te quedas con la mejor de todas.

—Eso es mucho y como que juegas con demasiadas chicas—eso le molestaba e incómodaba.

—Claro que no, además hay sitios de internet para citas y puedes ser clara desde el principio sobre quien eres—Responde ahora con una sonrisa traviesa—Sobre los veinticinco cm que tienes, claro que siempre encontrarás a quienes no les guste tener a una mujer como nosotras, pero nunca sabrás sino lo intentas, que no tengas ahora una pareja, no significa que no puedas ser feliz... Además ah ya me acordé a que venía.

—Hasta ahora funcionó tu ardilla—se burló Irlanda.

—Callate... Ah si, que iremos e campamento las cuatro.

—¿Las cuatro? ¿Quienes?—pregunto sin entender.

—Abby, Willow, tu y yo—responde sin inmutarse—De hecho ya está todo listo—Presiona un botón en el intercomunicador, y tomando aliento—"Lilian, cancela todas mis citas y compromisos para hoy y mañana, por favor y tomate el día de mañana libre"—Colgo pero fue una imitación tan verás que hasta Irlanda se quedó sorprendida ante ello—Listo, cero compromisos y tienes hoy y mañana para que acampemos fuera.

—Te odio—lo dice a manera de reproche, además de no quedar más que irse y cuando salió de la oficina, junto a Marie.

La pobre de su secretaria no entendía como había entrado Marie y sin que ella se percatara, además Marie tenía razón en algo, no por no tener pareja, no podía ser feliz. Sino al contrario, podía serlo si no se ponía a pensar demasiado en ello.