My Wedding

 

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#Privado

||El gran Día

||31 de Diciembre

||Sari - Alexandra

                 Para la reina aquel día era sumamente importante, después de más de dos mil años de reinado, había encontrado a la persona adecuada, había encontrado a alguien que la aceptaba como ella era y sabía quién era sin necesidad de ser un subterráneo, el día había llegado, ya había elegido la fecha y el lugar. 

Estaba en el departamento que como Dami tenía, pero no podían verla salir vestida como ella quería, así que decidió colocarse un glamour para que nadie la viese salir, pero antes se vistió como ella tenía pensado, un pantalón Vantelino no muy ajustado a su figura, una blusa Carolina color blanco, habría elegido un blanco antiguo, pero para la ocasión uso el blanco tradicional, como ropa interior uso un boxer cachetero de encaje en negro junto con un bralette en negro también, todo tuvo el extremo cuidado de colocarselo y al final uso unos Jimmy Choo negros con suela roja, de doce centímetros que la hacían verse aún más alta, claro está que ya en su apariencia más adulta media 1.68, con los stilettos ya media el 1.80, se había pintado el cabello, al menos las mechas en un rubio, haciéndose un corte, para no tenerlo tan largo.

Cuando estuvo lista, luego de unas horas arreglándose, mando un mensaje a su futura esposa.

"Ya estoy lista, la Limousina no debe tardar en llegar a tu casa"

En aquellos momentos salió del departamento, con el glamour y esto hizo que nadie pudiera verla, esto fue bueno, no necesito ningún problema, sintiendose nerviosa, el Juez le escribió que ya iba para la ubicación. 

Cuando salió un vehículo se detuvo, ella subió al mismo y era uno que un servidor suyo conducía.

—Su alteza ¿Está segura que así lo quiere hacer?—cuestiono con respeto, sin afán de ofender a la Reina.

—Si, lo que el consejo diga, me da igual, las tradiciones pueden cambiar, modificarse—sentencio con severidad—En fin, vamos al parque.

—Lo que usted diga, su Alteza.

El sirviente le llevo sin mediar más palabra con su Reina, mientras las luces de la ciudad daban al interior del vehículo por los cristales. Sintiendo el nerviosismo acresentarse con cada minuto que pasaba mientras iban a la dirección donde se desposaria con Alexandra.