Birth

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                    Debía ser sincera y es que perder todo lo que había construido a lo largo de eones le parecía inverosímil, más si era otra como ella quien lo proponía y no le importaba que está dijera que ella perdía más, en realidad todas perdían, poco o mucho pero lo hacían, sin embargo una cosa era cierta: era Serafín, un ser de tres pares de alas, un ser que estuvo tan cerca de Dios, pero que dudo de su palabra. 

°°°

Estaba en el cielo junto con sus otros hermanos, ciertamente ya estaba corriendo el rumor de lo que tenía el creador planeado y había quienes no estaban para nada felices, principalmente Lucifer quien parecía que no estaba conforme. Se oponía y estaba reuniendo a un gran grupo a su favor, pero habia otros que a pesar de su inconformidad, tampoco estaban seguros y ante la rebelión que había en manos de Lucifer y como al final de todo se fue al carajo y como muchos ángeles que fueron seguidores de Lucifer terminaron en el abismo, fue Azael quien se opuso a no ir porque el no tenía intenciones ni de bajar ni de seguir a un ángel como Luzbel, quien era alguien sumamente arrogante. 

—No pienso bajar de mi hogar, yo no quería está rebelión en primer lugar—Dice Azael con determinación, blandiendo su espada.

—No es pregunta idiota, estabas con Lucifer, eso te hace tan culpable como el—sentencio con furia Michael quien blandiendo su espada, comenzó a luchar contra el de forma furiosa.

Ambas lucharon y a pesar de tener el favor del creador, no funcionó contra Azael, de la misma forma que si funcionó con Luzbel, sin embargo fueron detenidos en pleno combate, solo el Creador tenía ese poder. 

—Tu dudaste, tanto la desobediencia como la duda en un ángel no está permitido—le dice el Creador con la honestidad característica que está tenía con ella—No irás con los otros ángeles rebeldes ciertamente, pero ya no podrás volver al cielo ni podrás nunca más.

Aunque alego contra el creador, al final tenía razón, les había dicho que los hizo sin defectos, pero el hecho de ser sin defectos al final tenían uno que era el que no podían cambiar, lo que significa que cuando llegaban a una conclusión diferente, el solo pensar de forma diferente le hacia que todo su ser fuera diferente. 

Cuando llegó al mundo humano, porque no fue enviada al abismo como los demás estaba llena de coraje consigo misma y en eso apareció Lucifer, como si nada.

—¿Qué haces aquí?—Lucia tan diferente, como sino hubiese sido herido.

—Saludarte, veo que te resististe, no había visto a una Azael que lo hiciera—converso, cambiando su apariencia a una femenina—Eres interesante, me llamo la atención eso de ti, pero se que no me seguirás.

—¿Una Azael? Por supuesto, soy único, no hay otro como yo—inquirio con verdadera molestia en su ser ante lo que decía. 

—¡Oh! Querido, aún te falta conocer más, cuando lo sepas, me buscas—cuando se fue le dejo con más dudas y con demasiadas preguntas.

°°°

Al ponerse de pie miro sus ropaje lleno de tierra, se sobo la mejilla y sintió algo de sangre de su mejilla viendo como está se manchaba su mano un poco. Desplegó sus alas y salió dispara al cielo viendo el panorama, pero centrandose en aquella que le había atacado. 

—Imbecil—gruño, era una molestia sentirse débil y más con alguien igual a ella.

Salió directo disparada hacia ella y es su contraria quien detuvo el embiste con su mano, apesar del choque y de la herida, no se movió ningún centímetro—No seas imbécil, yo vine a escuchar y entender no a oponerme pero si quieres pelear—le sostiene la espada y la lanza contra el piso, haciendo que las demás tengan que elevarse cuando se creo un cráter en el piso por la fuerza creada—Ultima oportunidad para acabar con esto. 

En eso alguien le lanza a Sarah Puzzo una espada que pudo sentir y detener con una mano, y resultó que aquella niña de 9 años le atacó—¡Déjala en paz! Si ella no quiere, no deberían presionarla—en ese cambio su apariencia a una de adulto y con sus alas podía mantenerse más en vuelvo—Si quieres pelear, métete también conmigo. 

Sara Puzzo soltó a Sarah Astiel, quien se puso rápido de pie y ahora es cuando se comenzó a poner más seria la cosa entre ellas.