Mörder

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||Mörder

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||Isabella 

                 Tenía quince años su vida era como de color de rosa, sus padres eran su mundo al verlos juntos felices y que Isabella era la niña consentida de papá, ya había pasado tres años desde que había matado al perro de una niña que a Isabella le molestó su actitud y ni sus padres creían que su pequeña hija fuera capaz de tal crueldad pues años antes la Señora Silverman había acusado a su hija por la muerte de su perro también.

Pero aquella vida perfecta termino cuando justamente unos días después de su cumpleaños número dieciséis sus padres anunciaron su divorcio causando una consternación entre las familias de los dos padres y en la hija una profunda tristeza, aunque los motivos de que su separación fue porque ya no sentían lo mismo entre ellos, en poco tiempo supo que su padre se había casado con una mujer que sólo le llevaba ocho años a Isabella. Esto no sólo causó un profundo odio hacia su padre quien para ella era su héroe, ahora solo quería su sangre correr.

Un par de semanas después le tocaría a la joven rubia ir de fin de semana con su padre, quien aprovecharía con presentarle a su esposa.

—Hija mía—Menciono al verla llegar a la casa y como no se acercó su pequeña—¿Que sucede? ¿No le darás un abrazo a tu padre?—pregunto con cierta alegría.

Entonces Isabella se acercó y lo abrazo como siempre solo que una sonrisa maliciosa se dibujo al recargar su rostro en el hombro de su padre. 

—Nada papi, sólo que estaba distraida ya que tengo tarea—le dijo, mintiendo Isabella.

La tarde pasó bastante tranquila aunque por un momento pudo escaparse de que su padre la estuviera vigilando pudiendo ir a la biblioteca de su padre donde encontró el arma y cargador que su padre tenía, está la llevo a su habitación ocultándola par seguir viendo a su padre como pasaba el día de forma acaramelada con la mujer con quien se casó siendo nauseabundo para la rubia. Al llegar la noche espero a que su padre y esposa durmieran, teniendo que esperar a más allá de media noche en donde saco no sólo el arma del escondrijo donde la metió, sino que además saco las cuerdas y un cuchillo que ella misma llevó, todo lo toco con guantes lo que con inteligencia hizo y una vez se fue a la habitación donde sonrió al ver a la mujer y su padre durmiendo, cuando Victoria se despertó viendo a Isabella parada al ras de su cama.

—Isa ¿Que pasa linda? ¿No puedes dormir?—condescendiente le hablo pero no obtuvo la respuesta que ella esperaría.

—Levantate Victoria—dijo con seriedad.

—¿Que sucede Isa? —pregunto Victoria.

Jalo el carro de la Glock 380 para cargar el arma—¡Callate zorra!—le apunto el arma directamente y le dice sonríe de forma maliciosa—levantate y sigueme—le hablo de forma fría siendo que su padre se comenzó despertar viendo a su hija con el arma.

—Isabella Geraldyn Swan ¿Que pretendes? Baja esa arma—le dijo a su hija tratando de pararse.

—Muevete un centímetro más y le vuelo la cabeza, no querrás ver el cerebro de tu querida esposa esparcido por toda la cama... Papá—Menciono con desden y soltando una risita divertida—anda puta, ponte de pie y sigueme. 

—¿Que es lo que quieres? Te he dado todo—le dice queriendo hacer algo para calmarla pero bufo Isabella y le apuntó a su padre.

—¡No! Yo haré lo que me pidas, Isa—hablo de forma condescendiente a la joven rubia.

—Llamame Isabella, que me digas Isa me da náuseas—Le dice con cierto desdén y su padre se acercó cuando se volteo para salir pero se giró y le apuntó—¿Que diablos pretendes? No me provoques.

—No le hagas nada a Victoria, por favor... Te lo pido Isabella—contesto su semblante era de alguien que no sabía lo que pasaría.

—Vaya, vaya tan dispuesto estas de que no le pase nada a la maldita perra de tu mujer—menciono con molestia evidente en su voz pero principalmente.

—¡No te permito que...!—Le dice en un grito furico que fue callado por un golpe que recibió de su parte con la cacha del arma que sostenía.

—¡¿No me permites que?! ¡Te callas! Y haras lo que diga o si no tu piruja barata morirá como el perro de la señora Silverman—se jactó con gracia riendose ante esto comenzando a empujarlo.

El padre con un herida que le supuraba con sangre caminaba delante de su hija—Entonces si lo mataste. ¿Por qué hija? Te dimos todo.

Le empujo al final para que cayera al piso y su esposa le ayudó—mira...Victoria sino quieres que mate a mi padre haras lo que te diga y te mataré y a el también—le apunto desde el vientre hasta la cabeza pero fue algo que llamó su atención al ver que lleva sus manos a su vientre—¿Estas embarazada?

—Si, si hija está embarazada te lo íbamos a decir pero...

—¿Pero que? No porque este embarazada tendré piedad de ella ¿Acaso la tuvo con mi madre?—Menciono Isabella ahora su voz ya sonaba fría sin ningún rastro de que ella vacilaba—Ahora Victoria amarra a mi padre, ahí están las cuerdas, pero apurate que no tengo todo el tiempo.

A pesar de que no quería por el miedo que le causó el arma que portaba y además el verla tan determinada a hacerlo hizo lo que le pidió, mirando a su esposo apretando ligeramente las cuerdas, pensando que Isabella era una psicópata completa no podía contradecirla. Al terminar le terminó de ajustar porque se dio cuenta que no lo hizo bien, a Victoria la sentó frente a su padre también la amarro dejando el arma por un lado y saco el cuchillo de su bolsillo. 

Se paseo entre ambos y miro a su padre con quien se dirigió ella todo el rato.

—Sabes padre, eras mi héroe el hombre al cual yo aspiraba encontrar en mi vida—Le dijo de forma agria y fría sin dejar de mirarlo y con el cuchillo jugándolo en su mano y el filo del cuchillo lo pasó por los antebrazos comenzando a realizar cortes ligeros y otros más profundos, pero para lo que seguía le amordazo para torturarlo.

Porque si, fue lo que hizo lo torturo cuanto quizo sin hacerlo desangrar pero si causar dolor, Victoria lloraba y suplicaba que no le lastimara sin hacerle mucho caso. Luego fue con ella para hacerle marcas en su rostro diciéndole que ese rostro era de una vil "puta" que no merecía seguir teniéndola, los lloriqueos eran constantes y miraba a su padre quien pataleaba.

—¿Que padre? ¿Quieres salvarla? Entonces admite que engañaste a mi madre—le dice parándose detrás de Victoria jalandola del cabello y con el cuchillo lo pasó sobre el cuello de ella sin hacerle un rasguño—¡Oh! Tonta de mi—le quitó a su padre la mordaza para ir donde estuvo antes y los gritos de su padre no se hicieron esperar.

—¡No le hagas daño! Lo que quieras hazlo conmigo—suplico el padre.

—No le haré daño sólo admitelo—jalo de nuevo la cabellera de Victoria y el cuchillo le pasaba por el cuello, sin embargo, viendo que hablaba encerio no tenía más que decirle la verdad—Si, le fui infiel a tu madre con ella pero me enamoré.

Para Isabella que su padre estuviera enamorado de Victoria era menos importante y le daba lo mismo así que miro a su padre directamente a los ojos y mientras lo hacía, el cuchillo tan filoso lo pasó perforando la piel traspasando está hasta la tráquea, pasando la grasa como mantequilla y la sangre chispeo para manchar a su padre que estaba frente a ella viendo como se desangraba y el padre gritando y vociferando, sus lágrimas bajando por sus mejillas. Al dejarla fue con su padre quien no dejaba de verla y pataleaba para zafarse, miro a su hija.

—¡Eres un monstruo!—le grito y fue Isabella quien se echó a reír.

—Lo se padre, no es algo nuevo ¿Quiere acompañarla?—le dijo enseñándole el cuchillo que uso con Victoria que estaba muerta ya, pero vio a su padre y sus labios algo extraño surgió en ella pues lo había callado en estos años mirando a su padre se acercó más—¿Te acuerdas de mi hermano, Tom? Yo también lo mate, era un fastidio, por todo lloraba, así que le puse una almohada y me senté sobre el, hasta que dejó de moverse. 

No pudo responder su padre porque en ese momento, Isabella le beso, fue un beso arrebatado sin nada de sentimientos ni de emociones en el acto sólo fue por deseo pero ella no dudo en hacerlo porque a su padre lo había llegado a desear como hombre desde los catorce años, sin embargo durante el beso le acuchilló varias veces hasta que dejó de responder y moverse.

El resto del montaje que hizo fue romper el vidrio de la cocina, tirar la chamarra fuera así como los guantes y el cuchillo cerca de la casa del vecino y en la casa ella sólo tuvo que actuar llenando sus manos de la sangre de su padre y comenzar a llorar marco al número de teléfono de los servicios de emergencia y soltó a su padre las amarras y también le limpio la boca pues sería raro que tuviera su saliva en esta. Cuando escucho las sirenas de la patrulla y ambulancia ya había guardado la pistola en su lugar así no habría duda de que la persona trajo y se llevó el arma de fuego si es que llegaban a pensar en ella como sospecha.

Si, Isabella fue la primera vez que mató a una mujer, la cual estaba embarazada, también primera vez que mató a un hombre y también la primera vez que beso a alguien sólo que no sintió nada, porque no significo nada para ella aquel beso. 

Sin embargo para la gente y para su madre, había presenciado la muerte de su padre y su esposa y ella tampoco se quejo de ello, lloro su muerte o mejor dicho fingio llorar la muerte de su progenitor.