Zo'rlangan
#Serena
#Thanatos
#EXE04
#Cerrada
||Zo'rlangan
||Pasado
||Isabella - Serena
Cuando paro de torturarla, creyó que acabaría pero aquella frase de "Haré algo mejor que matarte" no tuvo buena espina para Serena, quien la vio como se quitaba la ropa, cerrando los ojos, porque en ello si sentía vergüenza, además que Isabella en más de una vez la castigo por verla desnuda y temía que aquello fuera una de esas veces.
Pero al ver la joven lo que hizo Serena, se detuvo.
—¿Qué? ¿Por qué cierras los ojos?—Luego de ello se rió porque ella misma se acordó de las veces que le castigo y se acercó a ella—Abre los ojos, deléitate con la mejor vista que jamás tendrás.
Le dice con bastante autosuficiencia y un con sus bragas en las manos, se acercó a ella y le restregó estás en su cara—¿Hueles? ¿Puedes oler mis bragas húmedas? Me pusiste así Serena, cons gritos y súplicas, con tus lamentos y gemidos de dolor.—Lo pudo percibir, y no quería admitirlo, pero le resultaba difícil no reaccionar.
Pudo percibir la humedad y el olor del sexo de su Ama, aquello simplemente iba más alla a su comprensión ¿Qué pretendía? Jamás habían tenido un acercamiento sexual ¿Qué había cambiado? Pero no tuvo tiempo de razonar, cuando ya sintió como sus dedos de forma brusca comenzó a frotar entre sus labios vaginales, no podía cerrar sus piernas por dos razones, porque tiene sus piernas sujetas aún y porque si lo hacía temía hacerla enojar. Pero por instinto lo hizo sin éxito alguno. Sus dedos frotaban su clítoris con insistencia, causando otra clase de jadeos.
—Mmm A-ama...—Tartamudeo porque la mezcla de deseo.
Pero el miedo la hacía dudar, aun así parecía jadear y esto estímulo a Isabella a introducir dos dedos rápida y violentamente en ella, ni siquiera tuvo la gentileza de decirle y de prepararla más, aún así estaba comenzando a mojarse cada vez más.
—¿Si? Dilo de nuevo ¿Quién soy?—Cuestiono son dejar de mover sus dedos.
—M-mi Ama—Que reafirmará aquello le hizo sentirse satisfecha pero quería más y más de ella.
Sus gemidos de dolor eran música, pero sus gemidos de placer eran esa parte de una partitura que creyó jamás encontrar, eran sus gemidos esa parte de una obra maestra que ella misma era la autora y Serena ponía la música. Ambas estaban en las mismas circunstancias, desnudas en aquella sala que era un desastre.
Pero al desatarla, la llevo cuál perra por el cuello, arrastrándola hasta la habitación que era de Serena, principalmente porque quería ponerla a limpiar todo después de haber fornicando con ella.
La empujó contra la cama donde le abrió las piernas y se puso entre estas comenzando a besar desde sus pantorrillas, llegando a sus muslos donde le mordió en varias ocasiones, incluso haciéndole sangrar en el proceso, su camino no se detuvo ahí, sino que llego a su entrepierna donde sus labios succionaron su clítoris, chupandolo fuerte incluso mordiéndole, causando desde el principio jadeos y gemidos, pero al ser brusca Serena en momentos suplicaba que fuera más lento.
—Sabes que eso no va a ocurrir, pero igual suplica—Le aviso, sin siquiera inmutarse.
Con sus dedos comenzó a penetrarla, con rudeza, primero dos dedos y no tardó en introducirlo un tercer dedo, todo esto causando un desastre en aquella cama por la cantidad de fluidos que salía de la vagina de Serena y la sangre que salia de las heridas, pero quería más, incluso se colocó sobre ella cruzando sus piernas por sobre las de su mascota y comenzó a mover su pelvis rápidamente, frotando sus húmeda vagina con la de su pequeña sumisa, como era ella la dominante Serena se dejaba pero estaba siendo bastante incómodo.
Sin embargo cuando quizo parar, Isabella fue por un dildo con arnés, colocandoselo y sin condón, solo uso vaselina.
—A-ama ¿Qué va hacer?—No era propio de cuestionar a Isabella, pero ya había visto como follo a Mariela.
—¿No es obvio? Voy a follarte. Debo decir que te he traído ganas desde hace tiempo—Ni siquiera pudo responder porque ya Isabella la sujeto de sus brazos, la empinó al frente y con una mano ajusto el dildo en su entrada Vaginal, y sin ningún tipo de contemplación la penetró causando que gritara.
Por ser un dildo bastante grueso y no conforme con ello le comenzó a embestirla rápidamente, chocando su pelvis contra los glúteos, siendo como Serena suplicaba se detuviera, que le dejara pero entre más lo hacía, más era embestida, incluso la coloco de lado recostada y ella al estar detrás alzó su pierna, haciendo que pudiera entrar un poco más, además con una mano apretaba uno de sus senos y al mismo tiempo le mordía en su cuello, dejando una marca solo para que supiera quien lo había hecho.
Manipuló a Serena en varía posiciones, dejándose llevar por el deseo, la lujuria y escucharla gemir y gritar sea por placer o por dolor e incluso por ambas razones, Isabella termino corriendose y Serena poco después.
—Joder eres exquisita Serena—Aquello lo dijo entre jadeos luego de terminar corriendose y hacer que se corra Serena.
En ese momento precisamente ella lloraba, y notó el sangrado excesivo que le causó, habitualmente eso no le pasaba. Así que trajo el botiquín y comenzo a curarla.
—No eres la única que sabe de enfermería Serena, solo que otras veces no te he dejado así—Comento mientras comenzó con las curaciones.
—¿P-por qué?
—¿Por qué te viole? Eso es fácil, porque me dejaste caliente y sinceramente...—comento sin darle mucha importancia.
—No, ¿Por qué me quizo tomar sexualmente?—La había interrumpido y hasta Isabella se sorprendió, pero no dijo nada, solo sonrió y siguió con lo suyo.
—Ah, eso... Debe ser porque no he matado a nadie...—Comenzó hablando, sin dejar de curarla—Bien, lo hice porque porque te he deseado pero el lastre de mi ex no me dejaba ser libre.
—¿P-por eso la mato?
—Por eso y por diversión también, además no necesito un motivo para hacerlo—Se encogio de hombros, sin tomarle mucha importancia—Ahora cállate que estoy curandote luego hablamos.
Podía ser muy salvaje, manipuladora, traicionera pero siempre ha tenido un especial interés en Serena pero jamás le dirá eso, aún así mantendrá los abusos en ella, sino podía asesinar, podía al menos desfogarse con quién le servía como esclava.
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