Conejo Blanco


 #Isabella

#Thanatos

#ODDAIM_02

#Cerrado

||Conejo Blanco



                  Si había algo que a Isabella le gustaba era perseguir a su presa, claro no en el sentido literal porque eso le aburría sino más bien que pareciera que tenía una oportunidad o que ella no era peligrosa. Claro eso no era cierto, ella podía parecer de lo más inofensiva ante cualquier persona pero no lo era en realidad.


Recordar como un hombre que se interesó en ella y que hablara de uno de sus crímenes y que creyese que lo hizo un hombre fue divertido, hasta que este mismo al Isabella sugerir que pudo haberlo hecho un hombre se burló.


—¿Cómo pudo hacerlo una mujer? las mujeres carecen de ese sadismo que dicen en las noticias—Comento en las noticias—Ademas si lo fuera, serían los hombres sus víctimas y sería con veneno, es un clásico en las mujeres.


—Quizas porque realmente no le importa el sexo de la persona—comento de casualidad, mientras bebía de su copa—solo le gusta causar daño. 


—Es ilógico, una mujer no podría hacer tales cosas—Se burló—mejor sigamos comiendo.


Isabella no tenía planeado matarlo aún, sin embargo la forma en que se burló y menosprecio lo que ella hacia, fue el acabose para el hombre a quien con unas gotas lo puso bastante ebrio como para sacarlo del restaurante. Claro había descompuesto el auto previamente y se paró en la carretera, cuando una camioneta se paró justo enfrenté de si, al momento de bajar alguien, ella también lo hizo, se trataba de Serena, le ayudo a bajar el cuerpo casi inerte del hombre. Eso sí, le había escrito que pasará por ella cuando le mandara la ubicación del lugar. 


Una vez lo tuvo atado a una cama, lo baño de agua hasta hacerlo despertar, claro lo había desnudado y había puesto en una base de cama metálica. Al despertar se topo que estaba sin ropa y con una luz dándole de lleno.


—¿Dónde estoy? ¿Qué han hecho? Sueltenme ¡Auxilio!—el hombre gritaba por ayuda sin saber que nadie escucharía.


—¿Por qué no te callas? Estoy tratando de leer—le dice molesta dejando su libro—Estaba en una parte entretenida. 


—Isabella ¿Qué hacés? sácame de aquí—Suplico. 


—Eres patético, suplicando tu... un hombre a una mujer—se mofo de el mientras se acercó y bajo la iluminación, estaba desnuda—Pensaba dejarte verme desnuda en otras circunstancias.


Para esto tomo un bisturí y le comenzó a hacer cortes y algunos se salieron de la línea porque se movía demasiado. En eso tocó un botón y choques eléctricos comenzaron a recorrer su cuerpo. 


—Esto te ganas por decir que una mujer no puede hacer cosas asi—dice con enfado—Quizas yo soy la excepción a la regla, pero desde bebés, mujeres embarazadas, ancianos, me da lo mismo me gusta matarlos—Confeso mientras continúo la tortura—asi que no me vengas con idioteces sexistas.


—Yo... y-yo no quise ofenderte—comento entre sollozos mientras contuvo un grito por un corte más profundo—jamas quise ofenderte, lo juro.


—Pero lo hiciste, así que date por muerto—comenzo a hacerle cortes más profundos.


Entendiendo el hombre que por seguir a alguien que pudo haberle llevado a una maravillosa experiencia, lo estaba llevando a una pesadilla que terminaría con su vida. 

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