Una vez más

 

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||Una vez más.

||Presente

||Lucy - Daniel 



                      Solía no adoptar esa forma tan seguido pero después del juego, necesitaba algo de paz y cambio a su apariencia masculina cuando fue padre en aquel mundo, lo hizo ocupando el cuerpo de un hombre, pero cuando conoció al mismo, se sintió atraído a el. Sin duda Lucifer no era estar con hombres, pero aquel no era cualquiera, era el único hombre que despertaba su lujuria cuando estaba en su forma masculina, el que siempre se sintió atraído por mujeres fuera hombre o mujer su apariencia, pero Daniel era su maldita debilidad, también lo amaba. 


Por esa razón estaba en ese mundo, sabia que los angeles no prestaban tanta atención a seres como el, que venían de otros mundos. Además solo había dos Michael que podían con el y uno no estaba en este mundo, aunque era una plaga por así decirlo.


Cuando llegó con Daniel, este estaba preparándole un té a su esposa. 


Cuando le vio por la puerta del jardín dejo el té, mirando a Lucifer y este entro, a pesar de ser ambos casi tan altos, Lucifer lo era más, así que Daniel le abrazo por el cuello y El ángel caído por la cintura.


—Crei dijiste que no te volvería a ver—La sonrisa socarrona del ángel le causo risa al hombre—Tengo cincuenta años y tú luces igual que hace más de treinta años. 


—Lo se, igual te extrañaba demasiado—se acercó a darle un beso en los labios.


Besarlo era como beber de un oasis, se sentía tan bien que no podía controlarse, sonriendo porque Lucifer amaba aquel hombre con locura.


Cuando quizo profundizar el beso Daniel se apartó.


—Espera, deja le aviso a mi esposa—cuando entro escucho desde afuera, le había llevado el té y le dijo que saldría por algo. Cuando volvió se lo llevó al auto y ahi volvió a besarlo.


Podía Lucifer definirse como bisexual, pero la realidad es que solo a Daniel ha amado y no tiene la intención de convertirlo en un demonio, aunque ganas no le faltan al Ángel Caído, pero no iba a hacerle eso al único hombre que ha despertado la pasión, la lujuria y el amor que no pensó sentir, quizás por el cambio bastante en estos años y era más permisivo. 


Cuando iba a decirle algo, Daniel ya estaba bajándole el zipper del pantalón, sacando su miembro del mismo.


—Joder, Daniel quiero hablar contigo—Esto lo dijo en un jadeo, cuando ya el hombre, estaba masturbandolo y ya iba a inclinarse a hacerle una felación.


—Hablemos después, te he extrañado y te necesito—Una ves dicho esto, ni siquiera se detuvo en hacerle una felación.


Lucifer rió un poco, pero dejo a Daniel hacer lo que quería con el. Tenía tiempo de sobra, su hija estaba en una casa segura y a salvo. 


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