Manual "Deshacerse del Cuerpo"
#Isabella
#Queenkiller
#RManual5
#Cerrado
||Disposing of the garbage
||Presente
||Isabella
Luego de haberla asesinado como un cerdo en el matadero y extrayendole los 贸rganos, con cierto desden, saco todo lo que hab铆a en las maletas y los verti贸 en ese bote met谩lico de doscientos litros para poder quemarlo todo, as铆 como su ropa, saco de la camioneta una maleta para cambiarse, pero antes con unas pinzas fue cortando y desmembrando cada parte de su cuerpo, para unos hacer esto era asqueroso, otros lo tomaban como solo un trabajo, para Isabella era parte de un juego placentero, todo eso lo grab贸 para tenerlo como recuerdo, hab铆a grabado todo, cada abuso sexual, cada electrocuci贸n, cada corte, cada cent铆metro que reban贸 de su cuerpo.
Cuando solo era un mont贸n de pedazos, los envolvi贸 en una lona y antes de irse y de haber colocado la bater铆a en su la camioneta, reporto como robado el auto, lo llevo fuera y a unos dos kil贸metros se baj贸 y le prendi贸 fuego. Cuando volvi贸 pudo subir el cuerpo a la camioneta, y la hielera con sus 贸rganos, al menos los que ella quer铆a, deb铆a pasar por una gasolinera a comprar hielo.
El paso por donde estaba el auto incendiandose, hizo quellamara a los servicios de emergencia. Pero no s茅 detuvo. Sigui贸 su camino y paso por una gasolinera, d贸nde compro hielo y lo puso en la hielera, claro que m谩s adelante en la frontera la detuvieron, tuvo que mostrar la hielera.
—¿Esos son 贸rganos de?—quizo saber el agente.
—Son de cierva, estaba marcada—les dice a ambos guardias—¿Quieren ver?
—¿Ah铆 lo trae?
—Por supuesto, y se me hace tarde—Le dice a los guardias franceses.
No le pidieron ninguna identificaci贸n, lo cual estuvo hasta de suerte para ella; con respecto a sus cosas del hotel, las mando a pedir, dando una excusa y que pagar铆a por el tiempo y el env铆o. De camino a Berl铆n, tiro las partes por el camino, y as铆 hasta que lleg贸 a la ciudad, aquella actriz hab铆a dejado de existir, y estaba satisfecha con ello.
°°°
Al llegar al departamento Serena no estaba, no hab铆a vuelto y al parecer alguien estuvo ah铆 en su ausencia.
Agudiz贸 sus o铆dos, cuando un leve aire sinti贸, agarro un cuchillo pero se qued贸 paralizada aquella fuerza le puso r铆gida.
—No deber铆as jugar con cuchillos —Le habl贸 una voz que le reconoci贸 en el momento—Pueden hacerte da帽o.
—No m谩s del que quiero hacerte yo a ti...—hizo una pausa—Lilith.
Comentarios
Publicar un comentario